El año de 1968 lo recordaremos los católicos como el año en que, por primera vez, pisó suelo colombiano un sucesor de Pedro, el Papa Pablo VI. La presencia del Vicario de Cristo atrajo multitudes, pero también hizo llegar con claridad a nuestro continente que el concilio era una apuesta de la Iglesia por su renovación, por su apertura al mundo, y que el Papa venía a confirmar en la fe a sus hermanos y a invitarnos a hacer un camino de anuncio fiel del evangelio.
En el norte de Bogotá, que apenas estaba en desarrollo, la caja de vivienda militar inició la construcción de casas destinadas como vivienda para oficiales de las fuerzas armadas y de policía. Así se daría igualmente inicio a la conformación de una comunidad católica que sería el germen de nuestra parroquia de San Maximiliano y que, con la ayuda y trabajo de tantas personas, llega a la celebración de sus 35 años. Con el nuevo reto de seguir construyendo una Iglesia que se acerque a dar Gloria a Dios con el Nuevo Templo y el Nuevo Centro de Pastoral, donde podremos ser mas constantes en la oración y en el encuentro comunitario.