El P Kentenich, nos hace un llamado a convertirnos en auténticos apóstoles de la Fe práctica.
Apóstoles que frente al panorama de la oscuridad de los tiempos están siempre llenos de luz. Debemos pasar a la historia solamente como hijos de la providencia.
La Madre tres veces admirable desde su santuario está. Dispuesta a transmitir especialmente el carisma de la fe en la Divina n providencia y que anunciemos cálidamente a todo el mundo el mensaje de la FE en la divina providencia. Ella quiere vencer desde allí es espíritu colectivista y realizar la visión del futuro de Shoenstatt, para ello nos regala abundantes gracias; y reúne en torno a si apóstoles de la fe en la divina providencia y enviarlos al mundo.
Nuestro padre fundador anhela vernos también a nosotros como hijos consecuentes, como apóstoles que anuncia el mensaje de la fe practica en la divina providencia en el seno de la iglesia.
El está consciente de que Dios le ha regalado un carisma especial y que nuestra madre y reina quiere regalar ese carisma a todos los hijos de Schoenstatt. Por eso su petición es que desde el Santuario por intercesión de nuestra Madre y Reina surja “apóstoles de la divina providencia” que lleven y hagan fecundo este mensaje de Shoenstatt, en la iglesia y en el mundo actual, cuya gran tragedia es haber relegado a Dios del quehacer humano, y en el ámbito católico haber separado fe y vida.
Para el P Kentennich este tema, lo identifica en lo mas profundo de su ser, se trata de algo medular y definitorio del ser mismo de Shoenstatt. El ha querido pasar a la historia no solo como un amante de Maria- y no cabe duda que lo fue-, sino que igualmente y en cierto sentido en primer lugar, como un “hijo de la Divina Providencia”.
Por eso quienes queremos seguir sus pasos y continuar su obra, queremos respirar el mismo aire que el respiro, ser impulsados por la misma fuerza que lo impulso; orientarnos por la misma fuente de conocimiento que lo oriento; ser también nosotros como él, hijos y apóstoles de la divina providencia.
La Fe en la Divina providencia es la fuente de vida de la cual la familia ha recogido los deseo de Dios respecto a su ser y a su deber ser; ella orienta su camino y nunca la ha abandonado, ella quiere y debe ser, sin excepción la medida orientadora y decisiva hasta el final de los tiempos-
N° 139 del 18 de Octubre al 18 de Diciembre de 2018